La pareja puede ser tanto el amortiguador de patologías mentales serias como el origen de un inmenso sufrimiento. El abordaje desde un punto de vista tanto psicoterapéutico como psiquiátrico tiene varias ventajas: Por una parte, la terapia de pareja nos permite afrontar problemas de comunicación, convivencia y conflictos como infidelidades, discrepancias en la crianza. Por otra parte la psiquiatría nos permite valorar la existencia de patología mental como depresión, ansiedad o dependencias a tóxicos que están condicionando el funcionamiento de la pareja. Así rompemos un círculo vicioso: disfunción en la pareja-enfermedad mental-disfunción.
Igualmente, la sexología y la psiquatría están íntimamente relacionados: los cuadros sexuales originan sufrimiento, ansiedad, depresión... pero también los cuadros mentales y, aún más, los tratamientos que utilizamos para tratarlos, originan problemas de la esfera erótica.
Por esto, combinar conocimientos de esas áreas permite dar al paciente un tratamiento global y más efectivo, considerándolo como un todo emoción-sexo-mente, en vez de olvidarnos de una cosa para tratar la otra
En terapia de pareja aprendemos estrategias de comunicación adecuadas, diseñamos mapas de amor, organizamos el tiempo en pareja, reconstituímos los motivos por los que nos enamoramos, invertimos en la pareja, en definitiva, pues esta es la mayor y más rentable inversión que podremos hacer en nuestra vida.